Para Enzo Elguera, analista político y CEO de Imasolu, el gobierno ha iniciado una nueva etapa comunicacional. A diferencia de momentos anteriores, la presidenta Boluarte ahora aparece acompañada de su equipo y asume un rol más visible en situaciones de crisis. “Antes no daba la cara, ahora sí. Eso ya es un cambio positivo”, señaló en entrevista con ATV.

Sin embargo, Elguera advierte que esta transición aún es torpe. El silencio de varios segundos durante su reciente presentación revela que no está habituada a este tipo de exposiciones públicas. “No ha sido lo usual en ella dirigirse directamente al público o responder preguntas. Aun así, es mejor eso a esconderse”, afirma.

Sobre el intento frustrado de imponer una franja informativa estatal gratuita en los medios, Elguera considera que el Ejecutivo hizo bien en dar marcha atrás. “Era lo correcto. Incluso sus propios aliados en el Congreso criticaron la medida. La comunicación es una actividad privada y el Estado debe pagar si quiere difundir información. Esa línea no se puede cruzar”, sostuvo.

Cuestión de confianza: un recurso legítimo que evidencia debilidad

Respecto a la tensión entre el Ejecutivo y el Congreso, Elguera considera que el anuncio del premier Adrianzén de evaluar una cuestión de confianza es una señal clara: “Es una herramienta constitucional válida, pero también muestra temor a perder el respaldo en el Parlamento”.

Y no es casual. El premier ha sido citado para el 9 de abril y hay cuatro interpelaciones en curso. “Son temas serios: la intoxicación en un colegio de Piura, el caos en los aeropuertos, las decisiones improvisadas del MIDIS. No basta con enviar voceros. Hay que dar respuestas serias y asumir responsabilidades”, señala.

Uno de los ejemplos más graves, apunta, es la reciente intoxicación escolar atribuida al nuevo programa que reemplazó a Qali Warma. “Han cambiado el nombre y derivado la responsabilidad a padres de familia que no tienen formación en sanidad. Eso es una lavada de manos institucional”, critica.

El juego electoral y el retorno de viejos conocidos

En cuanto al nuevo escenario político de cara a las elecciones de 2026, Elguera analiza el impacto de dos hechos recientes: la anulación de la acusación fiscal contra Keiko Fujimori y la exclusión de Martín Vizcarra del partido que fundó.

En el caso de Vizcarra, si bien ha sido formalmente separado, podría impulsar una candidatura de su hermano u otra figura cercana. “En nuestras mediciones de Imasolu, Vizcarra sigue liderando la intención de voto. A pesar de todo, su conexión con el electorado permanece”, afirma.

En cuanto a Keiko Fujimori, el retroceso judicial en su contra también podría reactivar su campaña. “Legalmente está habilitada, al igual que Vladimir Cerrón, cuyo caso depende de cómo interprete el JNE el tema de la reparación civil. Todos estos actores siguen en carrera y configurarán un escenario sumamente complejo”.

Finalmente, Elguera resalta que el Congreso también está entrando en fase electoral. “Los aliados del gobierno ya no votan en línea. Algunos se abstienen, otros piden licencia. Saben que el último año es el de la recordación y no quieren cargar con políticas impopulares”, concluye.