La huella de Jorge Luis Salas Arenas en el JNE: ¿Qué legado deja?
El 21 de noviembre de 2024, Jorge Luis Salas Arenas finalizará su mandato al frente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), poniendo fin a cuatro años de un liderazgo caracterizado por desafíos políticos, decisiones controvertidas y una constante defensa de la institucionalidad. En su lugar asumirá el juez Roberto Burneo Bermejo, quien enfrentará el reto de mantener la estabilidad y credibilidad de la máxima autoridad electoral de Perú.
Defensa de la institucionalidad ante la adversidad
Salas Arenas tuvo que liderar el JNE en un contexto adverso, particularmente tras las elecciones generales de 2021, marcadas por acusaciones de fraude electoral que generaron divisiones en la sociedad y en la política peruana. A pesar de las críticas, el abogado Enzo Elguera, experto en derecho electoral, destacó la capacidad de Salas para resistir las presiones y proteger la autonomía del organismo. “Sufrió de manera permanente petardeos hacia su gestión. […] Pero ha sido una persona muy tenaz, muy fuerte en relación a defender la institucionalidad, el fuero democrático, la autonomía de las instituciones del sistema electoral”, afirmó Elguera en declaraciones a El Comercio.
Elguera, además CEO de Imasolu, subrayó que Salas enfrentó una serie de ataques y obstáculos durante su gestión, pero fue firme en su compromiso con la democracia. No obstante, el experto reconoció una debilidad en la falta de una estrategia de comunicación más proactiva: “Cuando se le cuestionó e incluso trataron de cuestionar a los veedores internacionales [de las elecciones 2021], no dio algunas respuestas que quizás debieron ser un poco más contundentes”, señaló.
Decisiones polémicas y críticas
Durante su tiempo al frente del JNE, Salas también tomó decisiones que generaron controversia, como la aprobación de la inscripción del partido de Antauro Humala, a pesar de las preocupaciones por las posturas antidemocráticas de su líder. Esta decisión fue considerada por algunos expertos, incluido Alejandro Rospigliosi, como un desacierto en comparación con la jurisprudencia previa del JNE, que había rechazado registros similares, como el del movimiento Movadef.
El Tribunal Constitucional (TC) también dictaminó en dos ocasiones que el JNE, bajo la presidencia de Salas, había vulnerado el derecho a la participación política en casos específicos, como las candidaturas del Partido Popular Cristiano (PPC) y del Apra en 2021.
Legado y expectativas para el futuro
En su evaluación final, la gestión de Salas Arenas deja un legado mixto. Por un lado, su firmeza en defender la independencia del JNE es reconocida, como afirmó Enzo Elguera: “Ha sido una persona muy tenaz, muy fuerte en relación a defender la institucionalidad”. Por otro, las críticas sobre decisiones que afectaron procesos políticos y la percepción de una falta de diálogo con otros poderes del Estado dejan puntos pendientes para su sucesor.
Roberto Burneo Bermejo, quien asumirá el cargo próximamente, heredará una institución que, aunque ha demostrado solidez en sus principios, enfrenta la desconfianza de un sector de la ciudadanía y la presión política. Las próximas elecciones y los desafíos que puedan surgir pondrán a prueba la capacidad de Burneo para continuar el trabajo de su predecesor y fortalecer la legitimidad del JNE en el panorama político peruano.