El contexto electoral en Perú está marcado por un significativo ausentismo en las elecciones internas, donde en algunos partidos solo el 10% de los afiliados se presentó a votar. Según Enzo Elguera, abogado y especialista en temas electorales, esta situación es previsible y refleja la falta de interés y conexión entre los militantes y los candidatos. La rotación de candidatos entre partidos ha creado un desinterés que se traduce en una participación mínima en estas elecciones.

Además, Elguera resalta que la implementación de listas únicas en muchos partidos no fomenta la competitividad interna. Aunque la norma intenta mejorar la democracia interna, muchos partidos optan por la elección de un solo candidato, lo que impide una verdadera deliberación y competencia. Este fenómeno se asocia a la falta de liderazgo y a la desafección de los ciudadanos hacia los partidos políticos, lo que pone en evidencia la pobreza de la democracia interna.

Otro punto crítico que aborda el abogado es la presencia de precandidatos con antecedentes de corrupción. A pesar de que existe un período de tachas para evaluar la idoneidad de los candidatos, Elguera señala que el sistema electoral no ha sido capaz de filtrar adecuadamente a aquellos con problemas legales. Esto plantea interrogantes sobre la responsabilidad de los partidos políticos en la selección de sus candidatos y la necesidad de contar con un sistema robusto que garantice la transparencia y la ética en las postulaciones.

El debate sobre la extensión del mandato de los gobernadores regionales también se presenta como un tema controvertido. Mientras algunos argumentan que podría optimizar costos operativos al unificar las elecciones, Elguera considera que esta medida podría diluir la calidad democrática, permitiendo que electores menos informados voten sin una adecuada reflexión sobre los candidatos.

En resumen, la democracia partidaria en Perú enfrenta desafíos significativos. La participación ciudadana, la competencia interna y la transparencia son elementos críticos que necesitan ser atendidos para revitalizar el sistema electoral y restaurar la confianza de los ciudadanos en sus representantes.