En una entrevista en Radio Nacional, el analista político Enzo Elguera, experto en temas electorales y CEO de Imasolu, abordó las propuestas actuales para reformar el sistema político en Perú, enfocándose en la proliferación de partidos políticos y las reformas legales necesarias para asegurar la transparencia y la integridad en el proceso electoral. La conversación se centró en dos temas principales: la reducción de la valla electoral y la necesidad de establecer filtros más estrictos para los dirigentes políticos.

La proliferación de partidos políticos y la valla electoral

Elguera destacó que Perú tiene una gran fragmentación política, con 35 partidos registrados y la posibilidad de llegar a 58 para las elecciones de 2026. Esto, según el analista, complica la posibilidad de que los votantes puedan conocer y entender las propuestas de cada agrupación, diluyendo el debate político y la representación.

Una de las propuestas en discusión es reducir la valla electoral, que actualmente se incrementa en función del número de partidos que se fusionan en una alianza electoral. “Transparencia propone que se mantenga en 5% o que se incremente a 6% como máximo, para no perder la inscripción política,” explicó Elguera. Esta medida permitiría que los partidos más pequeños se fusionen sin el riesgo de desaparecer, al tiempo que facilitaría a los votantes la tarea de elegir entre un número menor de propuestas.

Sin embargo, Elguera señaló que esta reforma enfrenta una resistencia considerable en el Congreso, especialmente por parte de los partidos más grandes, como Somos Perú, Alianza para el Progreso y Fuerza Popular, que consideran que su solidez y estructura electoral les permite mantener su influencia sin necesidad de tales alianzas. “Estos partidos no están interesados en reducir la valla porque saben que les conviene la fragmentación del voto,” afirmó.

Filtros para la participación política: ¿una propuesta que no prosperará?

Otro tema abordado en la entrevista fue la propuesta del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) para prohibir que personas condenadas por delitos graves, como terrorismo, narcotráfico o corrupción, puedan ser fundadores o dirigentes de partidos políticos. Según Elguera, esta es una medida “saludable” que busca mejorar la calidad de la clase política peruana.

No obstante, fue escéptico sobre la viabilidad de esta propuesta en el Congreso. “Lamentablemente, algunos líderes de partidos políticos se verían afectados por esta norma, lo que hace poco probable que sea aprobada,” dijo Elguera recordó casos anteriores donde propuestas similares fueron diluidas o enviadas de vuelta a comisión, lo que muestra la falta de voluntad política para implementar cambios que podrían afectar a las cúpulas partidarias.

La práctica parlamentaria versus el idealismo

Elguera subrayó la diferencia entre las buenas ideas en teoría y su aplicación práctica en el ámbito parlamentario. “Estamos hablando de normas que en teoría son muy buenas, pero que en la praxis parlamentaria es muy difícil que prosperen,” comentó. En su opinión, muchas de estas iniciativas quedan “en el tintero” debido a los intereses particulares de los congresistas, quienes priorizan su supervivencia política por encima del bien común.

Además, se discutió la propuesta de ley presentada por el congresista Jorge Cordero, que busca eliminar la restricción que impide a personas sentenciadas por corrupción postular a la presidencia o vicepresidencias. “Este proyecto de ley apunta a promover la impunidad,” criticó Elguera, quien lo ve como un retroceso en la lucha contra la corrupción y un ejemplo de cómo el Parlamento a veces actúa en contra del interés público.

Gobernabilidad y el rol del diálogo político

Finalmente, la entrevista tocó el tema de la gobernabilidad y la importancia del diálogo entre los distintos actores políticos. Elguera criticó a aquellos partidos que se han negado a reunirse con la presidenta Dina Boluarte, argumentando que “no se puede primar la agenda electoral sobre la necesidad de gobernabilidad.” Según él, estos encuentros son fundamentales para plantear agendas y buscar consensos que beneficien al país, aunque advirtió que esto no significa pactar, sino dialogar de manera constructiva.