Elecciones en Venezuela: La falta de transparencia en las actas de votación
Las elecciones venezolanas han estado en el centro de una intensa controversia. Mientras la oposición afirma tener pruebas de la victoria de su candidato y ha custodiado las actas correspondientes, el gobierno de Nicolás Maduro se ha declarado ganador y ha empleado diversas estrategias, incluyendo la solicitud de veredictos a organismos afines, para dar un cierre final al cuestionamiento de su victoria. En la consultora de investigación de mercado Imasolu, hablaremos sobre este tema.
Con el desarrollo de esta situación, surge la pregunta: ¿cómo funciona el sistema electoral en Venezuela? En una entrevista con Canal N, el especialista en temas electorales Enzo Elguera, CEO de Imasolu, ofrece una explicación sobre el funcionamiento de las urnas electrónicas y los mecanismos de seguridad involucrados. Además, aborda la controversia actual sobre la falta de transparencia en la publicación de actas.
Cuestionamiento del resultado
El sistema electoral venezolano, se presenta como un modelo avanzado y seguro en América Latina; sin embargo ante la controversia que se desarrolla ha sido fuertemente cuestionada, aunque este cuestionamiento se de debido por la falta de transparencia en su implementación. A pesar de contar con urnas electrónicas y elementos de seguridad como códigos QR y firmas digitales, el Consejo Nacional Electoral (CNE) solo ha publicado un porcentaje limitado de las actas, lo que ha generado una desconfianza creciente entre la ciudadanía.
Las sospechas de que las actas podrían haber sido manipuladas o falsificadas han alimentado las acusaciones de fraude contra el gobierno de Nicolás Maduro. Aunque el sistema permite la impresión de las actas para corroborarlas, esta acción no se ha llevado a cabo, lo que refuerza la idea de que hay algo que se está ocultando. La oposición ha señalado que la falta de transparencia y la demora en la publicación de los resultados solo sirven para aumentar las dudas sobre la legitimidad del proceso.
En lugar de ser un ejemplo de elecciones limpias y seguras, el sistema venezolano ha terminado por poner en entredicho la credibilidad del proceso electoral. La combinación de tecnología avanzada con prácticas opacas ha llevado a muchos a creer que se trata de un fraude encubierto.
En las elecciones de 2018, la oposición también denunció irregularidades, pero en ese entonces la oposición estaba dividida y cuestionada, lo que debilitó su capacidad para desafiar el resultado. En contraste, ahora la oposición ha logrado ganar terreno al publicar sus propias actas, lo que ha expuesto aún más la falta de transparencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) y ha alimentado las sospechas de fraude.