El año 2024 ha sido testigo de una caída significativa en la aceptación pública de los congresistas peruanos, marcada por decisiones controvertidas en un contexto económico desafiante. En una reciente entrevista con TVPerú, Enzo Elguera, CEO de Imasolu y experto en marketing político y gestión pública, analizó el impacto de los ingresos adicionales otorgados a los legisladores, como gratificaciones y bonos, en medio de una recesión económica que afecta a muchos peruanos.

Elguera destacó que, aunque estos beneficios sean legales, la cuestión moral es clave en la percepción pública. En lugar de mostrar austeridad durante tiempos difíciles, el Congreso ha aprobado medidas que parecen beneficiar a sus miembros en lugar de priorizar el bienestar general. Esta decisión ha alimentado el descontento social, generando una crítica feroz hacia un Parlamento que parece desconectado de las necesidades del pueblo.

La popularidad cada vez más baja del Congreso se explica debido a la percepción del electorado, quienes creen que los legisladores priorizan sus intereses personales por encima del bienestar común. Los ciudadanos sienten que, en lugar de actuar con empatía y responsabilidad, los congresistas se centran en asegurar beneficios para sí mismos, lo que intensifica la brecha entre la clase política y el electorado, desconectándose cada vez más de las necesidades y preocupaciones del electorado.