En una reciente entrevista en RT, nuestro CEO de Imasolu y experto en marketing político Enzo Elguera brindó un análisis detallado sobre la crisis política que sacudió al Perú, tras la asunción de Dina Boluarte como presidenta interina. Elguera describió cómo los enfrentamientos en Puno que dejaron al menos 14 fallecidos, marcaron un período de gran incertidumbre y tensión social.

La escalada del conflicto: protestas y represión

Elguera explicó que los eventos en Puno reflejaron una “tradición negativa de confrontación” en la política peruana, donde en un quinquenio se realizaron cuatro cambios de gobierno en un solo periodo de elección democrática. Según el analista, la detención del expresidente Pedro Castillo y la sucesión de Dina Boluarte provocaron una escalada del conflicto, especialmente en el sur del país. Las protestas exigían el cierre del Congreso y la renuncia de Boluarte, a quien responsabilizaban, junto al Parlamento, por la crisis política y social.

El gobierno interino, en respuesta a las movilizaciones, adoptó medidas drásticas, como el cierre temporal del aeropuerto de Ayacucho para evitar que fuera ocupado por los manifestantes. Sin embargo, esto no logró apaciguar los ánimos en Puno, donde los representantes del pueblo aymara organizaron una marcha pacífica hacia la capital con demandas claras: el cierre del Congreso y la renuncia de Boluarte.

El papel de actores internacionales en la crisis peruana

La intervención de actores internacionales también fue tema de análisis. Elguera destacó la decisión del gobierno interino de prohibir el ingreso al país del expresidente boliviano Evo Morales, acusado de colaborar con grupos que presuntamente habían exacerbado la crisis. Morales respondió que la situación no se resolvería con “expulsiones, prohibiciones y represiones”.

Para Elguera, este tipo de acciones refleja la presión sobre el gobierno de Boluarte por controlar una situación que no solo era interna, sino que también tenía dimensiones geopolíticas. Estados Unidos, por ejemplo, manifestó su apoyo al gobierno interino, lo que, según Elguera, respondía a un interés de “cuidar el patio trasero” y mantener buenas relaciones con países estratégicamente importantes en América Latina.

Perspectivas y posibles escenarios futuros

Al ser consultado sobre las perspectivas para Perú, Elguera señaló que el panorama seguía siendo incierto debido a la polarización existente entre el Ejecutivo y sectores importantes de la población. Sin embargo, consideró que la administración de Dina Boluarte estaba obligada a buscar mecanismos de diálogo y consenso para evitar una mayor desestabilización. “Lo que veremos en el futuro dependerá en gran medida de la capacidad del gobierno para manejar las tensiones internas y las relaciones con actores clave, tanto dentro como fuera del país”, concluyó.

Conclusiones sobre la situación en Perú

En resumen, el análisis de Enzo Elguera revela cómo la situación política de enero de 2023 estuvo marcada por tensiones profundas y desencuentros entre el gobierno y la ciudadanía. A medida que la crisis continúa evolucionando, el futuro político del país dependerá de la habilidad de sus líderes para gestionar conflictos y restaurar la confianza en las instituciones democráticas.