El reciente cambio de ministros en el gabinete peruano ha introducido a figuras con trayectorias destacadas en sus respectivos campos; sin embargo, no todas están exentas de controversia.

Elmer Schialer Salcedo, el nuevo Ministro de Relaciones Exteriores, es un diplomático de carrera con una sólida formación en Relaciones Internacionales y Economía. Su experiencia incluye importantes cargos como embajador de Perú en Alemania y director general de la Comunidad Andina. Schialer ha representado al país en diversas misiones diplomáticas y es conocido por su capacidad para manejar relaciones internacionales complejas

Por otro lado, Úrsula León, ahora Ministra de Comercio Exterior y Turismo, tiene una amplia experiencia en gestión pública, habiendo ocupado cargos clave en sectores como salud, educación y la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Asume el cargo tras un escándalo que generó controversia durante la gestión de su predecesora, relacionado con la venta de carne de burro a China. León se enfrenta al desafío de limpiar la imagen de su cartera y fortalecer el comercio exterior del Perú.

En el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, Durich Francisco Whittembury Talledo ha tomado las riendas. Ingeniero químico de formación y con un MBA, ha ocupado roles importantes en la administración pública. Sin embargo, su trayectoria está marcada por una controversia relacionada con la aprobación de un desembolso de 520 millones de soles para proyectos de vivienda, lo que ha levantado sospechas sobre la transparencia de su gestión. Las investigaciones del Ministerio Público sugieren que fue designado para ocupar puestos clave durante el mandato del exministro Geiner Alvarado.

Finalmente, Fabricio Alfredo Valencia Gibaja, el nuevo Ministro de Cultura, es un abogado especializado en patrimonio cultural. Con una maestría en Museología y Gestión Cultural, ha liderado iniciativas cruciales para la preservación del patrimonio peruano. Aunque su historial está libre de controversias significativas, Valencia enfrenta el reto de gestionar un ministerio que en la actualidad ha sido duramente criticado y que históricamente ha sido blanco de críticas y desafíos en la protección del patrimonio cultural.

Estos nuevos ministros tienen la tarea de gestionar carteras clave para el desarrollo del país, cada uno con su propio conjunto de desafíos y expectativas. Su capacidad para superar las controversias y dirigir sus ministerios de manera eficaz será crucial para el éxito del gobierno.